Nueva Agenda Mexicana de Gobierno Electrónico para el próximo Sexenio.(II de II)
Rezagos y retos por resolver
En la primera parte hice referencia al documento de las “Consideraciones para la creación de una Nueva Agenda Mexicana de gobierno electrónico para el próximo sexenio”, y abordé los puntos básicos en los que centra su tesis dicho informe.
Los avances en materia de e-gobierno en México han sido importantes pero aún queda un buen camino por recorrer. Actualmente proyectos de atención y servicios al ciudadano automatizados y/o disponibles incluso en Internet son ya productos tangibles que han permitido demostrar las grandes ventajas que aporta al gobierno la aplicación de la tecnología.
Pero a pesar de los avances que en materia de tecnología de la Información y comunicaciones se tienen en el gobierno mexicano, como los Centros Comunitarios Digitales, el Portal Ciudadano del Gobierno Federal, el sitio de Transparencia y Acceso a la Información, Administración tributaria, etc. México enfrenta grandes retos en materia de e-gobierno para el futuro, entre los cuales se puede destacar: (y continúo citando el informe)
· La brecha digital: El mayor rezago y el reto más desafiante en México sigue siendo la brecha digital. Según
· Marco legal: la incertidumbre jurídica, los vacíos legales, la inseguridad patrimonial y la tramitología afectan la competitividad y el desempeño de las políticas informáticas y el e-gobierno, especialmente cuando éstas se vinculan con la necesaria participación de la iniciativa privada. A ello habría que sumar los rubros de protección al consumidor para compras en líneas, la lucha contra delitos electrónicos como fraude o pornografía infantil, y de protección, confidencialidad y seguridad de datos personales. Asimismo, la normatividad legal para el buen desempeño gubernamental no depende sólo del Ejecutivo Federal, sino también de las reformas legales que deben realizar los Estados de
· Integración del gobierno y la colaboración entre dependencias: México es un país que ha promovido fuertemente la innovación de sus dependencias gubernamentales y que ha creado incentivos al reconocer a quienes desarrollen soluciones propias e innovadoras por medio de reconocimientos presidenciales (tales como los premios innova) y de un sistema de evaluación de gestión que favorece la negociación de metas individuales entre el Presidente y sus Secretarios y premia la concreción de metas previamente negociadas. Esta orientación a resultados es los que ha impulsado las acciones del Gobierno Federal y ha permitido también ver resultados concretos de manera inmediata. Sin embargo, también ha llevado el costo oculto de promover el trabajo individual y la competencia entre Secretarías, lo cual va en contra del objetivo último del gobierno electrónico: crear un gobierno amigable con una ventanilla única, integrado y a disposición del ciudadano. Dada la falta de un programa en esta dirección, y de incentivos para promover proyectos de integración y colaboración, los casos de integración gubernamental y de colaboración son excepcionales. Aunado a este reto de colaboración entre entidades del gobierno federal, se encuentra el mayor reto de colaboración entre distintos niveles de gobierno: el panorama municipal es sumamente diverso y el universo es muy vasto. Uno de los grandes retos en materia de e-gobierno en México es integrar al Gobierno en su totalidad con una misma arquitectura armonizada, desarrollar incentivos para fomentar la colaboración e institucionalizarla como práctica en la gestión y diseño de proyectos y constituirse como una herramienta capaz de aunar todos los esfuerzos de los actores involucrados en el gobierno electrónico.
· Desarrollo de indicadores de evaluación y monitoreo: Otro gran reto es el de desarrollar indicadores para medir el desempeño del e-gobierno y para así justificar inversiones, rendir cuentas a los ciudadanos y tomar mejores decisiones con base en un conocimiento detallado del terreno donde opera el gobierno electrónico. Existen pocos indicadores efectivos a nivel mundial, y las prácticas internacionales aún no han explorado suficientemente este campo para prestar lecciones al Gobierno de México. Sin embargo, este tema operativo no debe dejarse de lado, debido a que fortalece la justificación de inversiones por medio de casos de negocio sólidos, permite una operación más fluida con el Congreso para la autorización de presupuestos al simplificar el caso de una inversión y demostrar claramente sus resultados, y permite también evaluar el desempeño de un proyecto o una iniciativa.
· Habilidades y capacitación de funcionarios públicos: México ha hecho algunos avances en materia de capacitación de funcionarios públicos en el desarrollo de capacidades técnicas para el uso de las Tecnologías de Información y Comunicaciones. Sin embargo, el desarrollo y la implementación de proyectos estratégicos de e-gobierno requiere más que el conocimiento básico de la tecnología, también requiere de una formación sólida en los conceptos de la administración pública, el marco legal, la negociación política de objetivos y presupuestos, la gestión financiera y las atribuciones operativas de una unidad administrativa. Entre más funcionarios conozcan los riesgos, los costos, las oportunidades y el potencial del gobierno electrónico, mejor estarán adaptados para desarrollar proyectos propios que tomen en cuenta el funcionamiento integral de una administración pública.
· Desarrollo de contenidos y participación ciudadana: A pesar de que gran parte del esfuerzo del gobierno se ha enfocado en la creación de puntos de acceso para que los servicios de e-gobierno lleguen a los ciudadanos, poco se ha hecho para involucrar a los ciudadanos en el diseño de contenidos, la acomodación de los servicios y la perfilación de los procesos en los cuales participan. El argumento del Gobierno ha sido que los servicios han sido “agrupados” bajo un rubro o perfil de ciudadano (p.e.:“estudiantes”), pero una cosa es agrupar servicios y otra es adaptar y reestructurar el servicio para responder a las necesidades de un grupo en particular. Asimismo, la participación de los ciudadanos en el diseño de políticas públicas puede ser potenciada de manera considerable por el uso de las TICs. Sin embargo, el gobierno de México no ha hecho más que digitalizar las herramientas tradicionales de participación ciudadana (como enviar una queja o sugerencia por correo electrónico), cuando en realidad se podrían estar haciendo avances enormes en involucrar a los ciudadanos en los procesos de toma de decisiones públicas, el diseño de políticas públicas y los modelos de retroalimentación del gobierno. Todavía hay mucho, y entre más se involucre a los ciudadanos en el uso del e-gobierno para proveerles soluciones, mayor será su adherencia y su aprendizaje de esta herramienta.
México, como el resto de los países latinoamericanos, deberá luchar por reducir la brecha digital e incluir desde ya, políticas claras que apunten al abatimiento de esta situación; pero sólo dependerá de que la propia sociedad lo vaya demandando para que se transforme en una auténtica solicitud y se vea reflejada en los planes y acciones de gobierno, de lo contrario, sería más lento y complicado este proceso.
Para ver el informe completo, consulte:
http://www.iamericas.org/spanish/sectors/telecom.html